Para el desarrollo de los proyectos, es crucial el desempeño del Project Manager. Los factores que intervienen en él son muchos, no obstante, uno de los más importantes es el que está relacionado con los pensamientos que surgen cuando se cometen errores. Estos pueden producir ideas negativas al recordarlos y la manera en cómo aparecen en nuestra mente depende en gran medida del estilo de pensamiento que hemos aprendido.

Existen algunas técnicas o herramientas que pueden aplicarse para lograr identificar estos pensamientos. En primer lugar, es indispensable aclarar que tanto éstos como las ideas, son hipótesis, nunca hechos; sin embargo, la manera en cómo hipotetizamos la realidad, es decir, cómo la concebimos, puede llegar a ser más poderosa que la realidad en sí misma, y esto sucede cuando se repiten de manera constante o de forma intensa. De esta manera, puede decirse que los tres componentes que influyen en que estas ideas se vuelvan centrales en nuestra mente son: la intensidad, duración o frecuencia.

Cuando los pensamientos son positivos provocan la sensación de que todo puede ir bien, no obstante, cuando son negativos llegan a permear desfavorablemente el desempeño laboral. Esto se debe a que, sin percatarnos, tendemos a generalizarlos y a sobredimensionarlos. Por ello, solemos establecer conclusiones equivocadas de lo que puede suceder, pues pensamos negativamente sobre nosotros y nuestras acciones.

Por mencionar un ejemplo, pondremos el caso del envío por error de un email a un stakeholder. Esta situación, que en un principio forma parte de la categoría de “errores simples”, al ser sobredimensionado o generalizado pasa a formar parte de “los peores errores”, y al mismo tiempo puede convertirse en un asunto personal. Esto, al ser sobredimensionado, comienza a producir un pensamiento negativo sobre nuestra eficiencia laboral y con ello la pérdida de la motivación, pues nuestra autoimagen queda trastocada y el desempeño puede disminuir. Además, si son recurrentes o muy intensos, se corre el riesgo de entrar en un círculo de negatividad: pensamientos negativos y mal desempeño.

Esta manera de procesar lo que pasa puede volverse un mal hábito que debe detenerse. La mejor manera de contrarrestarlo es mediante la generación de pensamientos positivos, pero ¿cómo hacerlo? Cuando uno lo consigue, en un primer momento logra que el error se quede en lo que es: una acción que no llegó a cumplir el objetivo por el cual fue realizada, con lo que no se permite que la respuesta a este se generalice ni se sobredimensione, y se piense que tiene un principio y un fin. A su vez, si se piensa en el error como un principio y un fin y no se sobredimensiona, limitamos su intensidad, duración y frecuencia, con lo que se impide que se convierta en un problema que afecte hasta a nuestra propia personalidad.

Entender los pensamientos negativos de esta manera, nos garantiza que los errores no afectaran nuestra identidad ni nuestro desempeño laboral y, a su vez, facilita que los pensamientos realistas y positivos sean más constantes. Ahora bien, ¿cómo conseguimos promover nuestros pensamientos positivos? Existen varias técnicas para hacerlo y a continuación se enlistan algunas que, debido a su practicidad, son fáciles de realizar.

1.- Los errores que cometemos nos pueden llevar a perder la perspectiva que tenemos de nosotros mismos, por eso no debemos olvidar nuestras cualidades ni las cosas que hacemos bien. Para esto, es necesario pensar y escribir diariamente las cualidades o cosas que se han hecho bien durante la jornada laboral, esto ayudará a detener la generalización de errores y a enfocarse en las cosas que se hacen bien. Si esto se realiza diariamente, nuestra mente se acostumbrará a generar pensamiento positivo y no solo a contrarrestar lo negativo.

2.- Una de las formas más fáciles de conseguir pensamientos positivos, es a través del humor y la exageración. Para ejemplificar esto retomaremos el caso del error en el envío del email a otra persona. Aquí, pensaremos en ello de manera exagerada, es decir, pensar que la bolsa de valores se va venir en picada y que eso va a trastocar la política europea o una cuestión similar. Así, es posible conseguir darse cuenta de lo absurdo de las ideas negativas, pues permite redimensionar la manera de ver las situaciones.

3.- Pensar en los aciertos y en las habilidades de los demás y reconocérselos. Esto quizá parezca un gran reto dentro del ambiente de laboral, pero el hacerlo permite estar en una posición en donde las ideas se centran en reconocer las acciones positivas y, por consecuencia, que nuestra mente pueda observarlas y ser más receptiva. Al reconocer las de los otros, potenciamos nuestra capacidad de pensar positivamente por tiempos más prolongados, y esto permite, indirectamente, identificar y mantener nuestras capacidades y habilidades presentes en nuestra mente por más tiempo.

Invertir tiempo en pensamientos positivos nos asegura que el rendimiento laboral no estará en riesgo, al menos no por cuestiones subjetivas del Project Manager. Es verdad que muchos otros factores influyen en el rendimiento laboral, pero el control de los pensamientos es un aspecto clave para la motivación y el rendimiento laboral. Por todo lo anterior, vale la pena invertir en el desarrollo de habilidades mentales.   

 

Sofia Presa Garcia M.Eng.; PMP; LSS uk.linkedin.com/in/sofiapresa

Alejandro Bahena Rivera PhD in Social Psychology uk.linkedin.com/in/alejandrobahena