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¿El fin del trabajo tal cual lo conocíamos?

 DSH Articulo  

 

DAVID SANTOS HERNÁNDEZ - Fundador y CEO en The Future of Finance Function, Voluntario PMI del Capítulo de Madrid, PMP, PMI-ACP y Finance Transformation Expert. 

Madrid - Mayo 2020

             En la actualidad más gente que nunca en la historia tiene opciones de poder disfrutar del Teletrabajo. La pandemia de COVID-19 ha desencadenado el mayor experimento de teletrabajo a nivel social jamás visto. Son muchos los beneficios y ventajas que se asocian a esta forma de trabajar, aunque sigue habiendo algunas barreras que se han ido superando gracias a nuevas plataformas colaborativas, nuevos dispositivos, servicios y la evolución en la cultura empresarial hacia la agilidad, flexibilidad y conciliación. Éstos últimos son ahora de los beneficios de empresa más deseados por las nuevas generaciones y hay muchas compañías que están llegando tarde para poder contratar y/o retener el talento. En España hay indicadores que muestran que la adopción del teletrabajo de forma generalizada está siendo muy desacompasada a la irrupción de tecnologías que lo hacen viable. Posiblemente esto se haya materializado ya en una desventaja muy importante para muchas compañías que compiten en entornos globales ante la llegada repentina de un cisne negro como el que está golpeando las economías internacionales desde el pasado mes de Enero. 

 

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EVOLUCIÓN HISTÓRICA DEL TELETRABAJO

Para entender el contexto en el que nos encontramos y las hipótesis de cara a futuro que se plantean en este artículo, es necesario mirar al pasado para identificar los acontecimientos históricos que con el paso del tiempo nos han llevado al momento actual donde los cambios se suceden de forma vertiginosa sin tiempo prácticamente para su asimilación.

Un breve repaso por los hechos históricos más relevantes sacados de la infografía que publica la red profesional Toptal:

 

1760-1840: La revolución industrial desencadena la demanda de empleo fuera de los hogares.

1900: Aparece el concepto de oficina moderna a raíz de innovaciones y nuevas tecnologías como el Teléfono, Telégrafo y la Maquina de Escribir y la red pública de electricidad.

1970: El movimiento “Clean Air” idea el concepto “Zero Commute Time”.

1973: Jacks Niles, ingeniero de la NASA, acuña el término “Telecommuting” valiéndose de la electrónica para trabajar a distancia. Más tarde será reconocido como padre del Teletrabajo. 

1980: IBM permite por primera vez el teletrabajo a cinco empleados a modo experimento. 

1987: Año en el que el número de ocupados trabajando en remoto aumenta exponencialmente. 

2010: Por primera vez el número de trabajadores a distancia de empresas privadas supera a otros sectores. 

2016: Slack, la plataforma para trabajar de forma colaborativa virtualmente, supera los 4 millones de usuario activos. 

2018: Compañías virtuales crecen de forma exponencial. 

2018: Zoom declara 50.800 clientes.

 

En 2020 el presente está marcado por la evolución de la pandemia recientemente declarada de COVID-19 en la que cientos de millones de personas se han visto forzadas a trabajar desde sus hogares debido a las fuertes medidas de distanciamiento social adoptadas por los Gobiernos de todos los países del mundo con el objetivo de intentar evitar el colapso de sus sistemas sanitarios. 

Grafica COVID articulo teletrabajo

 

ESTADÍSTICAS TELETRABAJO EN ESPAÑA (PRE-COVID-19)

Para situarnos justo en el momento anterior al recientemente declarado Estado de Alarma en España, en lo referente a la evolución del teletrabajo, el INE (Instituto Nacional de Estadística) ha publicado recientemente el informe “El Teletrabajo en España y la UE antes del COVID-19” donde se muestra una radiografía del estado a nivel nacional del teletrabajo y el posicionamiento de España respecto a otros países de la UE entre los datos más relevantes. 

Básicamente viene a decir que en el año 2019 hay un crecimiento moderado en las dos categorías de trabajadores que se identifican: 

    1. Personas que trabajan en casa habitualmente (más de la mitad de días del año), pasa de un 4,3% a un 4,8%.
    1. Personas que trabajan desde casa ocasionalmente, aumenta de 3,2% al 3.5%. 

Respecto a nuestro entorno en la UE si nos comparamos con los países que tienen más asimilada esta forma de trabajar, estamos bastante lejos en cuanto a este tipo de hábitos. 

Destacan en las tres primeras posiciones del ranking de trabajadores en remoto habituales, Países Bajos con un 14%, Finlandia con el 13,3% y Luxemburgo con un 11%. Lamentablemente si hacemos el análisis de la evolución desde el año 2012 en España apenas hemos subido un 0,4% para la categoría de teletrabajo habitual, mientras que Países Bajos ha aumentado un 2,6%. Por aquel entonces nuestros países vecinos seguramente tomaron decisiones estratégicas para evolucionar hacia un modelo de empresa más flexible y moderno mientras que en 2012 en España aún se podía leer en los medios cómo compañías como Telefónica reducían su capacidad de trabajar en remoto a sus empleados.

Extrapolando estas grandes diferencias en porcentajes a número de ocupados y teniendo en cuenta la población activa de la EPA del último trimestre del año 2019, donde se declaran 19,9 millones de personas trabajando, debería haber en España a día de hoy 1,8 millones de personas más disfrutando de este “beneficio” habitualmente para poder llegar a equipararnos con el nivel de adopción en los países a la cabeza.

Estadisticas teletrabajo

Comparando el peso de los sectores productivos del PIB entre España y Países Bajos, se podría llegar a discernir que uno de los motivos principales de este gap viene influenciado por el mayor peso en España del sector servicios y pequeño comercio (+4,8%) vinculado al pulmón del sector turístico en nuestro país y en los que está muy limitada la posibilidad de implantar el trabajo a distancia. A esto hay que añadir un menor peso en actividades ligadas a servicios profesionales, tecnología y ciencia (-9%) en las que el teletrabajo tiene un mayor grado de implantación.

 Employment specialization 3 Comparison Analisys 3 

Datasource set extraído de Eurostat.

 

FUTURO A CORTO Y MEDIO PLAZO DEL TELETRABAJO (2021-2030)

Sin ningún tipo de duda, las proyecciones en la adopción del teletrabajo en los años venideros se verán influencias desgraciadamente por motivos extremos vinculados al COVID-19 y no por un cambio de mentalidad en la cultura empresarial donde todas las compañías deberían haber ya identificado esta opción como uno de los principales puntos para atraer y retener el talento en el mercado laboral.  

Al igual que las nuevas generaciones ya no ven imprescindible la compra de automóviles y se decantan por la flexibilización del acceso a los mismos a través de las nuevas plataformas de “Pay per Use”, estos mismos cambios de comportamiento generacionales están ocurriendo en las búsquedas de empleo. En la actualidad en los procesos de búsqueda activa de empleo, se elige meticulosamente en qué compañías se quiere trabajar pensado en un alcance temporal a medio plazo donde las posibilidades de crecimiento y los beneficios sociales ofrecidos, como es la posibilidad de teletrabajo, juegan un papel muy importante a la hora de decantarse por una u otra compañía. 

Las barreras tecnológicas están prácticamente superadas gracias a plataformas como ZOOM, Google Hangouts, Slack o Cisco Webex que están favoreciendo la fluidez en las interacciones entre los equipos que trabajan de forma virtual, por lo que sólo la influencia cultural en las empresas es la que marca ahora el grado de implantación.

Desde el punto de vista de las empresas, el grado de adopción de esta medida está directamente vinculado a tangibles como la reducción de costes en suministros y alquileres de oficinas e intangibles como la promoción de una imagen de la compañía más sostenible, reducción en la huella de carbono y el punto ya comentado de retención y captación del talento. Un aspecto muy relevante que se debería también tener en cuenta, es que la posibilidad de poder crear equipos virtuales con los skills necesarios en tiempo récord, marcará la diferencia a la hora de hacer proyectos de forma ágil en los próximos años.

Esta misma semana el Banco de España ha publicado un informe donde se analiza la evolución del teletrabajo en los últimos 10 años en España. Probablemente el contexto en el que llega esta publicación se puede traducir como un importante “tirón de orejas” a las empresas españolas. En este se expone que existe un margen de mejora muy amplio que eleva hasta un 30% los trabajadores que podría tener opción de hacer uso del teletrabajo respecto a un pobre 8% actual, ya sea habitual o esporádicamente. 

Especialmente significativo es el caso de Google, que ha dado instrucciones para que todos sus empleados en Estados Unidos (más de 100.000) trabajen estos días de confinamiento desde casa. En contraposición, existen referencias de alguna gran empresa multinacional operando en España que aún utilizaba equipos de sobremesa hasta hace poco tiempo y disponían de un reducido número de ordenadores portátiles pensados sólo para casos de urgencia.

También hay buenos ejemplos en España de lo que podría ser tendencia en los próximos años. La empresa de Jaén “Software DELSOL”, además de tener una sólida implantación del uso del teletrabajo, está revirtiendo en sus empleados parte de las mejoras de la eficiencia conseguida por la constante mejora del Time-to-Market de las últimas tecnologías. Esta empresa ha sido pionera en España en la implantación de la semana de 4 días, sin afectar a los salarios.

No todo son ventajas, como punto opuesto las tareas más creativas donde es necesario que un equipo comparta y desarrolle ideas complejas, la productividad y calidad del trabajo se podrían ver sensiblemente afectadas. Además la curva de adquisición de conocimiento para los empleados de reciente incorporación al mercado laboral dentro de un equipo, se podría ver sustancialmente comprometida al no disponer de un entorno en el que se puedan adquirir conocimientos y habilidades de forma osmótica. Por ello, la flexibilización del trabajo a distancia es la clave aún sabiendo que en ciertas actividades los equipos tendrán que evaluar los mejores momentos para poder hacer uso del mismo.

Still have no idea how people can work a full-time job, cook dinner often, exercise regularly, enjoy weekends, keep the apartment clean. Seems basic but I can’t consistently do it.” Famosos tweets como este, hacen que seguramente tengamos que replantearnos cómo sacar el máximo partido a las tecnologías que tenemos ya disponibles hoy en día con el fin de mejorar la calidad de vida de las personas y a la vez aumentar la productividad y eficiencia de las empresas para seguir siendo competitivas en los mercados globales. El objetivo en el horizonte para los próximos años lo ha marcado el Banco de España fijando el nivel de potencial adopción del teletrabajo en un 30% y por lo tanto las empresas tendrán que hacer inversiones, no sólo en las tecnologías que den cobertura al teletrabajo en sí, sino también en incrementar la capacidad de adaptación de todas sus áreas para poder afrontar los grandes proyectos estratégicos y estructurales necesarios para adaptarse a la era post COVID-19.