Por: Manuel Felipe Pérez Pérez
Voluntario de Project Managers para el Desarrollo
Coordinador del Área de Consultoría
Como sabemos, un proyecto es algo en sí mismo complejo y difícil, con un objetivo temporal definido y un alcance y objetivos de cuya consecución depende su "éxito".
Por otra parte, entre las características de las organizaciones pertenecientes a lo que llamamos "el tercer sector" se encuentra el hecho de ser de carácter no gubernamental (es decir ONGs, privadas y no dependientes de la administración pública) y "sin ánimo de lucro". Esta última característica no debe confundirse con el hecho de "no producir beneficios", pues su significado no es ése ni mucho menos, sino el hecho de que los beneficios conseguidos sean disfrutados por los perceptores finales y no por los "dueños" de la organización.
Es decir, una ONG sí tiene entre sus fines el producir beneficios a partir de la inversión aportada, sean estos de tanto de carácter monetario como de generación de alguna mejora para las personas finales (una red de abastecimiento de agua, un hospital, un cambio social, etc.). De esto se desprende que para el mejor aprovechamiento del siempre escaso presupuesto no solamente es necesaria la mejor de las intenciones (la cual es generalizada) sino también unas buenas competencias profesionales en las personas implicadas en la actividad de cada organización.
No estamos sugiriendo que el tercer sector esté falto de profesionalidad, más bien al contrario (conocemos grandes profesionales dedicados a ello), pero dada la gran diversidad de tipos de organizaciones, tamaños, áreas de actuación y modelos existentes, también existen multitud de sistemas organizativos y en muchos casos dentro del "presupuesto" de la organización gran parte de las operaciones se basan en labores de voluntariado o en la colaboración temporal de personas que aportan lo mejor de sí mismas, y en estas organizaciones normalmente el dinero se dedica primero, como es lógico, a las prioridades relacionadas con el beneficio final para las personas necesitadas, a la construcción de la infraestructura mínima para funcionar, para promocionar la actividad y captar fondos... y no queda mucho para el "desarrollo de las competencias de nuestros propios profesionales".
De lo anterior podemos intuir una dificultad a resolver... ¿sería lógico para una empresa hoy en día configurarse de forma estática y no plantearse ninguna inversión en el desarrollo continuo de sus profesionales (por muy buenos que sean), en la gestión del cambio, el crecimiento de sus capacidades y su adaptación a las nuevas condiciones de un entorno cada vez más exigente?
La respuesta es obvia, pero el problema es que los recursos siguen siendo escasos... "¡y lo principal es que hagamos los pozos de agua!" (léase: producir el beneficio final objetivo de la organización).
Esto nos lleva a la necesidad de que exista también una labor de voluntariado en la tarea de ayudar a desarrollarse a los profesionales (permanentes o temporales) que trabajan en estas organizaciones, y dentro de sus operaciones, proporcionarles una metodología eficiente y eficaz de gestión de sus proyectos nos parece algo fundamental. Este es el objetivo primordial de Project Managers para el Desarrollo.
En el corto espacio de tiempo ofreciendo nuestros servicios a las organizaciones del tercer sector ya hemos aprendido algunas cosas: por ejemplo que el concepto de "proyecto" puede tener un significado diferente de una organización a otra, que las operaciones aunque se llamen organizadas por proyectos a veces tiene más un enfoque de procesos/servicios, que la ejecución en muchos casos depende de terceros y tiene unas dificultades específicas en función del modelo de organización que las lleve a cabo, que el enfoque por proyectos a veces forma parte solamente de la licitación y planificación pero no de la ejecución y seguimiento posterior, etc.
En esta situación, la metodología de gestión de proyectos aportada por el PMBOK (PMI), sin pretender ser la única, nos parece una buena opción para ayudar a conseguir mejores resultados y por tanto a conseguir mayores beneficios finales para las personas y la sociedad.
Nuestra actividad en Project Managers para el Desarrollo (PMD) se enfoca a intentar proporcionar esta ayuda adaptándonos a las necesidades de cada organización en particular, con un proceso de consultoría previo para conocer estas necesidades y valorar si podemos aportar un valor real alineado con la estrategia de la organización (ONG), respetando sus prioridades, y estableciendo indicadores de eficacia de nuestra acción para su evaluación posterior.
En esta labor hemos aprendido también que, aunque la formación en gestión de proyectos es un elemento esencial y necesario en la mayoría de los casos, no es el único punto de acción. Hemos necesitado llevar a cabo una labor de estudio/investigación sobre la complementariedad entre PMBOK (PMI) y Marco Lógico, la cual continúa desde nuestra área de gestión del conocimiento abordando otras metodologías de gestión, la necesidad de "agilidad" etc. También sabemos que necesitamos ser muy flexibles, que cada ONG es diferente y necesita un enfoque personalizado, y que debemos aportar otros servicios como por ejemplo el mentoring de directores de proyecto, la consultoría de implantación y operaciones, el trabajo en equipo conjunto con nuestros "clientes", etc.
Trabajamos con personas, e intentamos resolver necesidades de esas personas y de sus organizaciones. A veces ello nos lleva a sugerir (proponer respetuosamente) planes de acción que pueden tener que ver con la reorganización de procesos, el desarrollo de competencias transversales ligadas al liderazgo de equipos, intentar ayudar en procesos de comunicación, gestión del cambio, motivación y gestión de expectativas, etc.
En definitiva, en Project Managers para el Desarrollo intentamos aunar nuestras diferentes experiencias profesionales, principalmente ligadas a la gestión de proyectos y todo lo relacionado con ella, para aportar soluciones que mejoren la eficacia y la eficiencia de nuestras ONGs clientes, y ayudarles así a maximizar sus beneficios.
Somos a su vez una organización flexible y distribuida, que está en constante cambio y evolución, en la que todos los componentes compartimos visión e intenciones, e intentamos trabajar con la necesaria profesionalidad que promulgamos, y en la que aprendemos constantemente.
Y sobre todo hemos aprendido ya que cada ONG que nos permite colaborar con ellos nos está aportando una gran oportunidad de aprendizaje y desarrollo para nosotros mismos.
Estamos al comienzo de un camino apasionante, donde nuestro granito de arena de experiencia y conocimientos sobre dirección de proyectos puede tener un efecto importante y directo sobre las organizaciones y de ello derivarse un beneficio real y directo para los sectores más necesitados de nuestra sociedad global, y además es una labor de la cual nosotros mismos obtenemos también un enorme beneficio profesional.
Por todo ello no podemos más que ofrecernos para aquellos casos en los que nuestra labor sea de utilidad y agradecer la oportunidad de realizarla.
A todos nuestros "clientes", colegas y amigos... ¡GRACIAS!
"Suceden cosas buenas cuando te involucras con PMI"